My scrap Room...el lugar donde van a parar mis "chelitos"

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Una de las cosas que más me ha gustado de mudarme, es que tengo un espacio más grande para trabajar. Recuerdo cuando de "El Despertador" vinieron a mi casa para mi participación con motivo del día de las madres, que el camarógrafo y yo no cabíamos juntos y tuve que trasladar mi oficina al comedor para poder trabajar, desde ese momento más me convencí de que necesitaba un espacio mayor, aparte, cada día saliendo más y más productos nuevos, este es el cuento de nunca acabar.

No quiero desencantar a los que se inician en esto pero debo ser sincera al decir que para hacer una tarjeta se necesita mucho más que una hoja y tijera. Aunque la mejor herramienta que se posee es la creatividad, también hay muchísimas herramientas de trabajo que distinguen y sacan del montón al mismo; y eso lleva una gran inversión; claro que no es algo que se obtiene de un día para otro, he tenido que dejar atrás muchas otras cosas (como mi afición por los zapatos) pero créanme cuando les digo que con esta inversión puedo cambiar el carro por cualquiera que quiera, (los scrap addicts como yo, no me dejarán mentir) y por supuesto nadie me va a pagar lo que esto vale( de nuevo, a menos que sea scrap addict como yo), así que desde ahora he heredado a mis princesas Sharina y Stephanie para que se entretengan algún día pues son cosas que perduran por siempre.

Es una gran equivocación lo que piensan algunas personas, que una invitación la botan y ya, y no hay nada más lejos de la realidad que eso, por supuesto que eso depende, depende de muchas cosas, depende del tipo de invitación que usted dé (sobre todo señores tomando en cuenta que la invitación es la primera impresión que usted da de su evento y de ella depende, lamentablemente, el juicio que el invitado se haga sobre la actividad que usted va a realizar, hasta el regalo que va a comprar se compra en base a eso) yo por mi parte soy feliz con la cantidad de abuelitas que me han llamado diciéndome que tienen invitaciones mías guardadas para cuando sus nietas de 8, 9 años aproximadamente, cumplan sus 15, para mí no hay más satisfacción que esas palabras.

Hasta pronto,

Karina